Venezuela: Pan y Circo

Venezuela - Pan y Circo. Más de lo segundo que de lo primero

Por Pedro Trujillo

Perder la razón no es algo que sea reconocido como defecto por muchos gobernantes. Ellos, insisten en su buen estado de salud mental, lo que no siempre es compartido por observadores externos (a sus gobiernos) que terminan por ver determinados síntomas de debilidad mental que aquellos no perciben. Esto no es nada nuevo y, muy especialmente, se puede observar en aquellos caudillos absolutistas que, por mucho tiempo o con excesivo énfasis, estuvieron (o lo están) en el poder. Castro es un claro ejemplo de cuanto afirmo y, ahora, Chávez.

Este personaje, definitivamente y hay que dejarlo claro, está perdiendo, por momentos, la cabeza. Desconozco de su lucidez mental en pasados años, pero desde que saltó a la escena pública con su fracasado golpe de estado en la década de los 90`s, hasta la fecha, la evolución mental que refleja puede ser un ejemplo de deterioro progresivo cerebral.

Desde que el rey de España lo mandara al carajo y su popularidad fuese, como consecuencia, puesta en duda por muchos analistas alrededor del mundo y luego perdiese la consulta popular en relación con la modificación constitucional, los sucesos que se han dado, merecen una atenta reflexión, antes de la hecatombe que se avecina.

Como si de un colegial se tratase, ha estado buscando, por algún tiempo, a ese regordito que, de niños, los abusones terminaban por hostigar en los recreos del colegio. Ha encontrado, para esa distracción, a su vecino Uribe y no se cansa de darle la lata cada vez que puede, pasando de un lenguaje falaz y agresivo a otro insultante, propio de mulas políticas más que de mandatarios dignos. Primero fueron las declaraciones en relación con el cambio de denominación de las FARC, de forma que se consideren fuerzas de liberación. Se podría aplicar el ejemplo y hacer lo mismos a los grupos que se le oponen en muchos Estados venezolanos y considerarlos como lo que son realmente: grupos de liberación de la presión a que se encuentran sometidos por las actuaciones del gobernante. Segundo, pretenden ahora, con las medidas económicas que está tomando, crear mucha más escasez de productos de la que ya tiene. No solo es un matón de poca monta y un presidente de pacotilla, sino que metido a economista, deja ver su altísimo índice de analfabetismo en esta materia y, por extensión, en otras muchas.

No sabe, el muy ignorante, que acotar los precios, en este caso ponerle un precio máximo a determinados productos, genera escasez porque no terminan de entrar al mercado ya que antes la poca o nula rentabilidad que generan dejan de producirse y, la atención se deriva hacia otros nichos de mercado más interesantes. Por mucho que diga que la libra de azúcar, o la de carne o el litro de leche deben venderse a tal o cual precio, eso no ocurrirá porque ningún productor estará anuente a generar productos en los que pierda dinero o no obtenga esa mínima rentabilidad comercial que le permita seguir con el negocio. Este aprendiz de gestor político no entiende los principios básicos de la economía y se pone a fijar precios topes para abaratar los productos, como si eso funcionase así. Es curioso como en uno de sus discursos, ordena a los ministros de interior y defensa tomar medidas contra los propietarios de fincas que no se dedican a producir leche al precio que le paso por su estrecha mente. Hay que expropiarlos, afirmaba con tono contundente. También los podría haber mandado matar, qué más da. Esto no es la primera vez que ocurre en la país, sino que el pasado año ya tuvieron, por la misma razón que ahora ocurre con la leche, escasez de carne y azúcar, entre otros productos básicos. La razón fue la misma, pero se ve que no aprendió nada.

Yo no sé si el siguiente paso será enfadarse con las vacas por no ser más productivas en carne y leche o con las ovejas por no ser vírgenes ni dar la lana que le demanda el insigne e ilustrado mandatario o terminar por genera conflictividad con los pollos por no tener los muslos, la pechuga o los huevos que pueda prometer a toda esa plebe de descamisados que lo oyen y alaban como un diosillo terrenal. Me da que, si el caso de locura sigue en aumento, es posible que veamos como nacionaliza las vacas y los pollos o los despoja de los derechos animales que aquellos tengan. Con este tipejo, cualquier cosa es posible.

Mientras tanto, genera un sentimiento patriótico que pretenden empañar la escasez en la que Venezuela se comienza a hundir. Pan y circo, como viejo político romano, lo que pasa que sobra de lo segundo y, en cambio, falta mucho de lo primero. La sociedad venezolana ya comienza a estar próxima a esas "altas cotas de bienestar" de los cubanos. Se ve que el viejo zorro le dio ciertos consejos al nuevo cacique, aunque esté o no se enteró o lo hizo igual de mal que en la isla. El resultado será que comenzarán los hoteles por aglutinar las reservas para los turistas, como en la isla, mientras los habitantes del país terminan por acudir a establecimientos estatales con cartillas de racionamiento listas para ser rellenadas por el astuto funcionario público que terminará controlando el despacho de víveres.

Desconozco si será mejor un buen electro shock o unas clases rápidas de economía. Me luce que lo primero puede que haga algo de efecto, lo segundo, a estas alturas del baile, no servirá para nada. Supongo que en la celestial corte de culebras que le rodean, alguno le ha debido sugerir la solución, que no es otra que dejar que la economía y el libre mercado hagan su trabajo, pero el sordo golpista, producto, quizás, de los disparos de aquel entonces, no debe estar muy atento a los consejos, eso suponiendo que alguien se atreva a dárselo.

En todo caso seguiremos pendientes de las peleas con Uribe y de cómo capitaliza el tema de la FARC, promoviendo el conflicto, la lucha armada, el terrorismo, de esos y otros grupos, y se salta los Tratados internacionales protegiendo a toda esa legión de delincuentes en la frontera con Colombia. Eso es lo que persigue y en eso pone su atención y energía. Lo otro, lo de la económica es culpa de las vacas que no producen lo suficiente, del finquero que no se preocupa de poner precios bajos y al que hay que expropiar o, en última instancia, del imperio gringo que lo amenaza por todas partes. Si las vacas supieran hablar ¿qué creen ustedes que les dirían?.