Los Pendezolanos
Por Charito Rojas
Notitarde
"¿Pero cómo es posible que doblen el lomo y repitan el patria, socialismo o muerte estos pendejos a quienes están ninguneando, agregándoles una quinta fuerza y además los están "bypaseando" con esta guardia pretoriana que para colmo ni siquiera depende de la Fuerza Armada?", me preguntaba una indignada vecina mientras peleaba furiosa con la pantalla de la televisión durante la cadena del desfile militar de los "héroes del 13 de abril". Muy sencillo, le respondí: ellos están en el gobierno, con sus soles, estrellas y botas. Los pendejos somos nosotros que no entendemos que esa dobladita de lomo, que esa chupadera de medias o jaladera de mecate, les trae mucha prosperidad.
Por tanto, no tienen por qué darle prioridad a conceptos tan empobrecedores en este país como dignidad, moral o ética. Los pendejos somos nosotros que todavía seguimos haciendo llamamientos a unos oídos tapados a punta de prebendas.
La casta militar está en el gobierno, estamos en presencia de un gobierno militar, mayoritariamente desempeñado por oficiales activos y retirados, que arrastran (pero por el suelo) en sus gestiones la gloria de los ejércitos libertadores.
¿Cómo exigir probidad a quienes nunca han estado mejor que en este gobierno? Qué importancia puede tener una humillación más o menos, si a cambio de eso reciben mucho.
Me reí a carcajadas en estos días cuando leí que nuestra gloriosa Fuerza Armada experimentaba una oleada de peticiones de baja, supuestamente por los bajos sueldos que ganan. Pero si el sueldo es lo de menos, lo de más es el "póngame donde haiga".
Lo que estoy diciendo lo sabe toda Venezuela y da miedo decirlo en voz alta porque los señores están armados y para colmo, ahora con Chávez están en el poder. Un acucioso lector me envió este listado para que ustedes comprueben lo militar que es nuestro gobierno.
El Presidente-Comandante es un teniente coronel, el vicepresidente Carrizales, coronel. En el gabinete están el teniente Jesse Chacón, el capitán Rodríguez Chacín, el teniente Rafael Isea, el teniente coronel Jesús Mantilla, el teniente coronel Félix Osorio, el teniente coronel Jorge Pérez Prado, el coronel Isidro Rondón , el General en Jefe Gustavo Rangel Briceño. El Director de la Disip es el General Henry Rangel Silva, el Comandante de la Metropolitana el General de División Juan Francisco Romero.
El Presidente de Cadivi Manuel Barroso es teniente coronel como también lo son el Presidente del Banco del Tesoro César Giral Michelangeli y el Presidente del Seguro Social, Carlos Rotondaro. El Superintendente del Seniat es el teniente José David Cabello y antes lo era el capitán Vielma Mora.
En Foncrei manda el teniente coronel William Fariña; el presidente de Edelca es el general Hipólito Izquierdo; el de INAC es el coronel Francisco Paz; el del Instituto de Aeropuertos es el mayor Ernesto Fernández; el Presidente del Metro de Caracas es el general Gustavo González. Quien maneja Pdval es el teniente coronel Luis Pulido.
Esto por nombrar apenas algunos carguitos de la administración pública, sin obviar el hecho de que en Pdvsa, en la Asamblea Nacional y en todas las empresas del estado la presencia y el estilo militar predomina.
Si hay una actividad opuesta por completo al ejercicio militar es el servicio diplomático y la Cancillería venezolana ha sustituido a la mayoría de sus embajadores civiles y funcionarios de carrera por militares que lamentablemente en muchos casos han puesto la torta que tiene que poner un elefante en una cristalería.
Veamos: el teniente coronel Arias Cárdenas es embajador ante las Naciones Unidas; "la cual aceptó" Lucas Rincón pasea sus tres soles por Lisboa, mientras otro trisoleado, Julio García Montoya disfruta de las garotas en Brasil.
El general Arévalo Méndez está en Argentina, mientras el mayor Oscar Navas Tortolero pinta de rojo nuestra embajada en Ecuador. El general Francisco Belisario Landis es embajador en República Dominicana, el vicealmirante Armando Laguna Laguna en Perú, en Austria está el general Alí Uzcátegui.
Y si son las gobernaciones, no se salvan de la invasión militar. Comenzando por Miranda, donde reina el teniente Diosdado Cabello; en Vargas está el mayor Antonio Rodríguez San Juan; en Carabobo el eructador general Luis Felipe Acosta Carlez; en Lara el compadre teniente coronel Luis Reyes Reyes; en Bolívar el general Francisco Rangel; en Cojedes el teniente coronel Johnny Yánez Rangel; en el Táchira el capitán Ronald Blanco La Cruz; en Mérida el capitán Florencio Porras, en Apure el capitán Jesús Aguilarte.
Total, que así, sin pensarlo mucho, hay una gruesa cuota militar elegida por Chávez, no por sus capacidades gerenciales ni por su experiencia administrativa sino por su disciplinada incondicionalidad.
El Comandante en Jefe se ha esmerado en subir los sueldos a la tropa, otorgarles beneficios, vehículos iraníes, créditos, construir viviendas en las guarniciones. Se hace la vista gorda ante los desmanes, la corrupción y las comisiones por las compras a los perros de la guerra, que son costumbre desde la cuarta república pero que ahora ejercen con menos disimulo.
Entonces, no podemos esperar que esta gente reaccione al exabrupto de crear una quinta fuerza militar, compuesta por reservistas sin formación de cuarteles, que en número de siete batallones responderán directamente al Presidente Chávez y no a la jerarquía de las Fuerzas Armadas.
Ya es "excesivamente normal" ver que estos militares silenciosos ante las agresiones a la integridad de sus fuerzas, se limitan a comentar en sus círculos privados que cuando tengan completa su cuota de dólares en el exterior, piden la baja y se olvidan del problema.
A algunos les da arrechera la indignidad con que insultan su uniforme, pero no se atreven a manifestarse, la presión interna es mucha, los compañeros lo conminan a callar para no fregarle el futuro a todos. "Nos llenamos y nos vamos", parece ser la consigna de esta Fuerza Armada bolivariana que ejerce como partido de gobierno.
Con la misma irresponsabilidad con que se armó a una población civil violenta en los barrios el país, con el pretexto de defender la revolución, con esa misma irresponsabilidad ahora se va a dar status (inconstitucional y contrario a la orden votada el 2-D contra la reforma socialista) a una especie de guardia pretoriana, que junto a la recién decretada Policía Nacional, actuarán bajo un solo mando y con un solo fin: neutralizar la oposición al régimen por la vía armada.
Mientras los venezolanos nos preocupamos por la inseguridad, los impuestos, los dólares de Cadivi, las incautaciones de tierras, la estatización de empresas, el desabastecimiento, el gobierno nos mete por el bolsillo la reforma a la que dijimos NO.
Un Chávez desobediente a la voluntad de las mayorías impone el socialismo, el nuevo orden territorial, la centralización, la reserva socialista, el currículo bolivariano. Y mientras tanto, la oposición peleándose el cuero seco de las candidaturas. Con razón en el exterior se nos empieza a llamar "pendezolanos".
Notitarde
"¿Pero cómo es posible que doblen el lomo y repitan el patria, socialismo o muerte estos pendejos a quienes están ninguneando, agregándoles una quinta fuerza y además los están "bypaseando" con esta guardia pretoriana que para colmo ni siquiera depende de la Fuerza Armada?", me preguntaba una indignada vecina mientras peleaba furiosa con la pantalla de la televisión durante la cadena del desfile militar de los "héroes del 13 de abril". Muy sencillo, le respondí: ellos están en el gobierno, con sus soles, estrellas y botas. Los pendejos somos nosotros que no entendemos que esa dobladita de lomo, que esa chupadera de medias o jaladera de mecate, les trae mucha prosperidad.
Por tanto, no tienen por qué darle prioridad a conceptos tan empobrecedores en este país como dignidad, moral o ética. Los pendejos somos nosotros que todavía seguimos haciendo llamamientos a unos oídos tapados a punta de prebendas.
La casta militar está en el gobierno, estamos en presencia de un gobierno militar, mayoritariamente desempeñado por oficiales activos y retirados, que arrastran (pero por el suelo) en sus gestiones la gloria de los ejércitos libertadores.
¿Cómo exigir probidad a quienes nunca han estado mejor que en este gobierno? Qué importancia puede tener una humillación más o menos, si a cambio de eso reciben mucho.
Me reí a carcajadas en estos días cuando leí que nuestra gloriosa Fuerza Armada experimentaba una oleada de peticiones de baja, supuestamente por los bajos sueldos que ganan. Pero si el sueldo es lo de menos, lo de más es el "póngame donde haiga".
Lo que estoy diciendo lo sabe toda Venezuela y da miedo decirlo en voz alta porque los señores están armados y para colmo, ahora con Chávez están en el poder. Un acucioso lector me envió este listado para que ustedes comprueben lo militar que es nuestro gobierno.
El Presidente-Comandante es un teniente coronel, el vicepresidente Carrizales, coronel. En el gabinete están el teniente Jesse Chacón, el capitán Rodríguez Chacín, el teniente Rafael Isea, el teniente coronel Jesús Mantilla, el teniente coronel Félix Osorio, el teniente coronel Jorge Pérez Prado, el coronel Isidro Rondón , el General en Jefe Gustavo Rangel Briceño. El Director de la Disip es el General Henry Rangel Silva, el Comandante de la Metropolitana el General de División Juan Francisco Romero.
El Presidente de Cadivi Manuel Barroso es teniente coronel como también lo son el Presidente del Banco del Tesoro César Giral Michelangeli y el Presidente del Seguro Social, Carlos Rotondaro. El Superintendente del Seniat es el teniente José David Cabello y antes lo era el capitán Vielma Mora.
En Foncrei manda el teniente coronel William Fariña; el presidente de Edelca es el general Hipólito Izquierdo; el de INAC es el coronel Francisco Paz; el del Instituto de Aeropuertos es el mayor Ernesto Fernández; el Presidente del Metro de Caracas es el general Gustavo González. Quien maneja Pdval es el teniente coronel Luis Pulido.
Esto por nombrar apenas algunos carguitos de la administración pública, sin obviar el hecho de que en Pdvsa, en la Asamblea Nacional y en todas las empresas del estado la presencia y el estilo militar predomina.
Si hay una actividad opuesta por completo al ejercicio militar es el servicio diplomático y la Cancillería venezolana ha sustituido a la mayoría de sus embajadores civiles y funcionarios de carrera por militares que lamentablemente en muchos casos han puesto la torta que tiene que poner un elefante en una cristalería.
Veamos: el teniente coronel Arias Cárdenas es embajador ante las Naciones Unidas; "la cual aceptó" Lucas Rincón pasea sus tres soles por Lisboa, mientras otro trisoleado, Julio García Montoya disfruta de las garotas en Brasil.
El general Arévalo Méndez está en Argentina, mientras el mayor Oscar Navas Tortolero pinta de rojo nuestra embajada en Ecuador. El general Francisco Belisario Landis es embajador en República Dominicana, el vicealmirante Armando Laguna Laguna en Perú, en Austria está el general Alí Uzcátegui.
Y si son las gobernaciones, no se salvan de la invasión militar. Comenzando por Miranda, donde reina el teniente Diosdado Cabello; en Vargas está el mayor Antonio Rodríguez San Juan; en Carabobo el eructador general Luis Felipe Acosta Carlez; en Lara el compadre teniente coronel Luis Reyes Reyes; en Bolívar el general Francisco Rangel; en Cojedes el teniente coronel Johnny Yánez Rangel; en el Táchira el capitán Ronald Blanco La Cruz; en Mérida el capitán Florencio Porras, en Apure el capitán Jesús Aguilarte.
Total, que así, sin pensarlo mucho, hay una gruesa cuota militar elegida por Chávez, no por sus capacidades gerenciales ni por su experiencia administrativa sino por su disciplinada incondicionalidad.
El Comandante en Jefe se ha esmerado en subir los sueldos a la tropa, otorgarles beneficios, vehículos iraníes, créditos, construir viviendas en las guarniciones. Se hace la vista gorda ante los desmanes, la corrupción y las comisiones por las compras a los perros de la guerra, que son costumbre desde la cuarta república pero que ahora ejercen con menos disimulo.
Entonces, no podemos esperar que esta gente reaccione al exabrupto de crear una quinta fuerza militar, compuesta por reservistas sin formación de cuarteles, que en número de siete batallones responderán directamente al Presidente Chávez y no a la jerarquía de las Fuerzas Armadas.
Ya es "excesivamente normal" ver que estos militares silenciosos ante las agresiones a la integridad de sus fuerzas, se limitan a comentar en sus círculos privados que cuando tengan completa su cuota de dólares en el exterior, piden la baja y se olvidan del problema.
A algunos les da arrechera la indignidad con que insultan su uniforme, pero no se atreven a manifestarse, la presión interna es mucha, los compañeros lo conminan a callar para no fregarle el futuro a todos. "Nos llenamos y nos vamos", parece ser la consigna de esta Fuerza Armada bolivariana que ejerce como partido de gobierno.
Con la misma irresponsabilidad con que se armó a una población civil violenta en los barrios el país, con el pretexto de defender la revolución, con esa misma irresponsabilidad ahora se va a dar status (inconstitucional y contrario a la orden votada el 2-D contra la reforma socialista) a una especie de guardia pretoriana, que junto a la recién decretada Policía Nacional, actuarán bajo un solo mando y con un solo fin: neutralizar la oposición al régimen por la vía armada.
Mientras los venezolanos nos preocupamos por la inseguridad, los impuestos, los dólares de Cadivi, las incautaciones de tierras, la estatización de empresas, el desabastecimiento, el gobierno nos mete por el bolsillo la reforma a la que dijimos NO.
Un Chávez desobediente a la voluntad de las mayorías impone el socialismo, el nuevo orden territorial, la centralización, la reserva socialista, el currículo bolivariano. Y mientras tanto, la oposición peleándose el cuero seco de las candidaturas. Con razón en el exterior se nos empieza a llamar "pendezolanos".
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