domingo, 10 de febrero de 2008

Chavez, vocero de las FARC

Opiniones de la internacionalista María Teresa Romero. Notitarde. Valencia

Es así como esta mujer, menuda físicamente, pero no en sus ideas ni en amabilidad, explicó que ante el descenso de la popularidad de Chávez en el mundo, la única ventana por la cual asomarse al orbe es la "mediación alternativa" que realiza para la liberación de secuestrados en manos del grupo colombiano (ya que no posee la autorización del gobierno colombiano para realizar estas tareas) .

Añadió que, incluso el que se vincule al Mandatario nacional con la narcoguerrilla de las Farc, hace que Chávez se mantenga en la palestra internacional, con lo cual, recurriendo al dicho "no importa si hablan mal o bien de mí, con tal que hablen", ha logrado continuar en boca de muchos y llamar la atención.

Por su parte, las Farc, según la entrevistada, necesitan a Chávez "porque es el único vocero del grupo armado". Así el Presidente venezolano aboga por los guerrilleros, solicita que se les otorgue estado de beligerancia e incluso les agrega poder. Un poder que a juicio de Romero, ya las Farc no poseen (para realizar esta afirmación la profesora se basa en investigaciones adelantadas por el gobierno colombiano y por medios de comunicación).

De ahí que Chávez incluya entre su serie de alegatos a favor de los terroristas colombianos el que Venezuela "por el oeste, suroeste y noroeste" no limite con Colombia sino con las Farc. Romero señala, mientras se acomoda en el sofá de su apartamento, que esta declaración obedece al interés de querer demostrar que las Farc aún detentan el poder bélico, económico y de temor de antaño, cuando en las décadas de los 60, 70 y 80 sí eran una fuerza con espacios tomados y potencial bélico para imperar en los sectores donde se desenvolvían, pero que, desde la llegada del presidente Alvaro Uribe y la aplicación de los planes Colombia y Patriota, la guerrilla ha sufrido en gran cuantía la pérdida de fuerza.

Ante tal situación, en la cual solo seguirían gozando con poder económico debido a sus implicaciones en el narcotráfico, se vuelve necesario el que un tercero los haga ver más temibles de lo que realmente son y ese tercero, según Romero es Chávez.


Romero, quien compartió sus ideas con los periodistas Yosselyn Torres, Joseph Abreu y Jesús Castro, agregó que para Chávez la unión con las Farc también encierra la posibilidad de usarlos como un arma de persuasión ante posturas contrarias a las de su "proyecto bolivariano", ya que al "contar" con el apoyo de las Farc y "del dueño del terrorismo mundial (en referencia al presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad)", puede hacer sentir que posee un soporte armado tras sus ideas y que en cualquier caso podrían socorrerlo en una situación militar adversa.

Pero lo anterior, al igual que todas las ideas esgrimidas por Chávez sobre guerras y conflictos, para Romero son un bloof o una cortina de humo que levanta el jefe de Estado según sus necesidades. Lo que si es muy apreciado por el gobierno venezolano, según la internacionalista, es la propaganda y espacios en los medios de comunicación que todas estas "uniones" le ofrecen.

Para Romero a las Farc sólo le queda la notoriedad y a Chávez le queda hacer que le tengan miedo.

Añadió que lo visto con las marchas realizadas en más de 100 naciones contra las Farc subraya la falta de apoyo para el grupo armado neogranadino, así como su creciente debilidad, no solo en lo interno de Colombia, sino también alrededor del globo terráqueo, donde ya no se le ve como una opción de lucha válida. Lo cual es remarcado por los recientes asesinatos de quienes supuestamente forman la base de las Farc-EP, que son los campesinos.

Chávez y el narcotráfico

Pero, en la relación Chávez-Farc se agrega un elemento que lesiona a Venezuela directamente y es el nexo que se origina entre el presidente venezolano y la empresa del narcotráfico.

Romero, quien estima como de moderada la afección para el venezolano que está alejado de la esfera de dirección política las cercanías entre el Primer Mandatario nacional con la guerrilla colombiana, no ve con iguales ojos la percepción que se ha erigido acerca de la relación del jefe de Estado con las drogas ilícitas, ya que esto, además de afectar la imagen de Venezuela y sus ciudadanos en el exterior, conduce a consecuencias inmediatas como la disminución del turismo y la problemática de ingreso de venezolanos a otras naciones, solo por citar dos ejemplos.

La profesora, quien recientemente estuvo en Salamanca (España), indicó que "la imagen de Chávez está cada vez más deteriorada. Se le percibe que está fuera de la leyÖ que es un delincuente", porque, a pesar de no existir evidencias claras de nexos entre el Presidente y el narcotráfico, así es visto en el exterior.

Añadió que naciones como España, Estados Unidos (EE.UU.) e Italia, entre otras, le recomiendan a sus conciudadanos no viajar a Venezuela, y que de hacerlo deben estar claros de los riesgos que tal viaje implica. Para Romero esto es altamente preocupante, pues en tiempos pasados, a pesar de los problemas económicos o políticos que atravesara la nación, nunca se habían hecho tales advertencias.

Pocas probabilidades de guerra con Colombia

Dado los altercados, sobre todo personales, entre los presidentes de Colombia y Venezuela, pero que también ha involucrado a otros miembros de los respectivos gobiernos, la idea de un conflicto bélico se ha discurrido principalmente de los inquietos labios de Chávez, quien lo reafirma y subraya cada vez que puede en sus alocuciones.

Ante este panorama, la especialista descartó (aunque no ciento por ciento) la realización de una guerra entre las dos "naciones hermanas".

"Chávez sabe que es muy difícil que se de una guerra entre Colombia y Venezuela, pero quizá maneje, por una parte la cortina de humo, y por la otra levantar un sentido nacionalista para lograr la unión en torno a un enemigo en común", señaló Romero, quien recordó que a lo largo de la historia diversos mandatarios tanto en Europa como Sudamérica han usado el nacionalismo para soportar sus regímenes y logren continuar en el poder.

"La imagen de Chávez está cada vez más deteriorada
(...) se le percibe como un delincuente"

Sobre la posibilidad de colocar al Lago de Maracaibo o el Golfo de Venezuela como zonas sensibles en la relación de manera que se pueda llegar al altercado, Romero insistió en que hace años que Colombia no ha hecho reclamaciones al respecto, ni incursiones como la de la Fragata El Caldas a finales de los 80.

Por el contrario indicó que quien sugirió la "resolución" de los diferendos limítrofes con "algunas sorpresas" incluidas fue el propio Chávez, quien hizo tal anuncio luego de la reunión sostenida con Uribe en Hato Grande, a mediados de 2007, encuentro que posteriormente concluyó en la invitación a Chávez para que fungiera como mediador en la liberación de 44 secuestrados que estaban en manos de las Farc.

Lo único que falta es un evento "fortuito" en la frontera

Ante la insistencia de los periodistas sobre cuál podría ser la acción que desencadene la tan anunciada conflagración bélica entre Colombia y Venezuela, Romero dijo que no le sorprendería si en los próximos meses se suscitara un evento "fortuito" en la frontera común, lo cual obligaría a las Fuerzas Armadas de Colombia a responder y activar el conflicto.

Agregó que desde el punto de vista diplomático ya se agredió de todas las formas posibles al gobierno colombiano. "Chávez los ha insultado, retiró a (el embajador de Venezuela en Colombia, Pável) Rondón, ha creado conflictos en el comercio entre ambas naciones a lo cual se unió la problemática de los peajes", por lo que, en opinión de la analista, sólo una acción armada podría hacer que, "la insensatez revolucionaria pueda presionar para que las Fuerzas Armadas colombianas respondan".

"Sólo un evento 'fortuito' en la frontera podría
desatar una guerra entre Colombia y Venezuela"

Con una acción de ese tipo, en donde surjan dudas sobre cuál de los dos lados disparó primero, se podría evitar acusaciones contra el gobierno de Chávez de haber provocado la guerra.

Añadió que las otras opciones son "invadir Colombia o romper relaciones unilateralmente", lo cual no ve viable. La primera alternativa porque todo el mundo apuntaría a Venezuela como la culpable del inicio del conflicto y la segunda porque Colombia, debido a su actuar durante la actual crisis, no ha respondido con la misma efusividad que ha demostrado el gobierno de Venezuela.

"Armamentismo en la región es una respuesta a Venezuela"

Cual cadena, un eslabón se conecta con el otro y los "vientos de guerra" que ha difuminado el gobierno venezolano sobre la región, con el consiguiente refuerzo de los sistemas de defensa armada, mediante la adquisición de submarinos, helicópteros, fusiles, lanchas, fragatas y aviones, ha hecho que los demás países de Sudamérica, como Brasil y Colombia también planteen reforzar sus ejércitos, según opinó Romero.

Para la profesora, esta carrera armamentista que se observa en el continente se debe principalmente a un acto de defensa y precaución, ya que, aunque ve poco probable una guerra, si deben estar alertas ante el refuerzo militar que adelanta Venezuela, lo cual es complementado por las alianzas con las Farc, Bielorrusia, Rusia e Irán.

Con respecto a esta última nación la especialista se detuvo para destacar que Venezuela le ha dado ingreso a la región, para sus productos y tecnología, pero advirtió que no se debe olvidar que esta nación musulmana está visiblemente ligada con movimientos terroristas del Medio Oriente, además de participar en programas de energía nuclear que aún no ha logrado descartar su utilización bélica.

Agregó que en esta "tercera etapa de la revolución", la radicalización del gobierno de Chávez es expresa, lo cual se extiende hasta el campo militar, que condujo a la realización de movimientos dentro de la Fuerza Armada Nacional ante la eventualidad de una guerra contra EE.UU. o algunos de sus aliados (entre ellos Colombia).

Recordó que al principio de su mandato, ya el actual Presidente habló de la necesidad de una nueva Otan (Organización del Tratado del Atlántico Norte), y ahora plantea la posibilidad de estructurar un ejército conjunto entre las naciones que conforman el Alba (la Alternativa Bolivariana para las Américas). Para Romero esta idea es inviable y, así como los demás proyectos que ha querido desarrollar Chávez basado en este grupo de países o los que llevan el sufijo sur (como Petrosur) fracasará.

Indicó que de todos estos proyectos sólo prosperó el Banco del Sur, porque en este organismo se vierten una gran cantidad de intereses económicos de cada una de las naciones de América del Sur.

Diplomacia americana busca apaciguar la venezolana encender

Consultada sobre las formas en las cuales los servicios exteriores y cancillerías de América han llevado adelante y la venezolana incluida, la ex profesora del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos "Pedro Gual" (adscrito al Ministerio para Relaciones Exteriores de Venezuela), hizo una distinción de la manera en la cual se advierte que diversas cancillerías (como las de Brasil, Perú, Argentina e incluso Colombia) han buscado apaciguar los ánimos y buscar el diálogo, aunque se presenten roces. Pero, la venezolana se ha comportado de una manera contraria y radicalizó su mensaje para tratar de establecer la ideología que abraza la "revolución" venezolana.

Agregó que también las multilaterales, como Mercosur, la Comunidad Andina y la OEA han dirigido sus esfuerzos para lograr acuerdos y no se han plantado frontalmente contra Venezuela, aunque, en opinión de Romero, ya el gobierno de nuestro país ha violado convenciones, la Carta Democrática y la Constitución Nacional reiteradas veces.

Venezuela, enmarcada en el proceso de profundización del llamado Socialismo del Siglo XXI ha hecho más explícitos los objetivos que, desde el principio el gobierno de Chávez tenía planteado.

Mientras antes se hablaba de la integración abierta, democrática, no politizada y con énfasis en lo comercial, el actual gobierno implementó lineamientos exteriores más políticos que económicos y se privilegia la ideología la cual desean trasladar a otras naciones.

Incluso se utilizan mecanismos que son calificados como intervencionistas en los asuntos internos (no se debe olvidar el surgimiento de las "Casas del Alba" en Perú, país que no pertenece a este tratado, así como la posibilidad de financiamiento de candidaturas, como en El Salvador, Perú, Nicaragua, Argentina y Bolivia).

Para Romero este gobierno es "una revolución neo comunista y militarista" por lo cual, aunque posee aliados que incluso desean copiar algunas de las políticas adelantadas en sus respectivos países, estos mismos no se muestran incondicionales y se puede observar que Ecuador y Bolivia, e incluso Cuba, no ha acompañado en la totalidad de las intenciones propuestas por Chávez, como ocurrió en la solicitud de status de beligerancia para las Farc, lo cual solo fue apoyado por el gobierno nicaragöense.

Así mismo se observan naciones "que son críticos en algunos momentos y en otros se echan para atrás" como es el caso de Brasil, Argentina y Chile, las cuales, según Romero, imponen una "diplomacia callada". Con respecto a Colombia dijo que le ha sorprendido gratamente la forma en la cual su servicio exterior y el gobierno en general ha llevado los impasses con Venezuela, debido a la mesura y sentido de la oportunidad de los dirigentes neogranadinos, así como el asentamiento de una postura coherente y constante.

Clinton, Obama y McCain no se comprometen con Latinoamérica

En consonancia con la postura de diferentes naciones en sus políticas exteriores, y dada la inminencia de las elecciones presidenciales en EE.UU. se le consultó a Romero su visión sobre la posición de los candidatos estadounidenses con respecto a Latinoamérica, ya que ha sido casi invisible el tema dentro de las propuestas presidenciales de cada precandidato, sólo destacando la posible política de inmigración que se pueda aplicar y apelan por "promesas inmediatas".

Indicó que en los actuales momentos los candidatos no dirán nada, primero porque son temas sensibles y segundo, porque ninguno cuenta con el apoyo de sus partidos, ya que aún son precandidatos y un programa de gobierno necesita de tal apoyo.

En cuanto a los posibles escenarios a presentarse, Romero indicó en el caso de ganar los demócratas (bien sea Hillary Clinton o Barack Obama), los cuestionamientos contra Chávez continuarán, pero quizá se decanten por aplicar una agenda más social que política o económica para Latinoamérica, con lo cual podrían mellar la supuesta influencia del jefe de Estado venezolano en la región.

"Clinton, Obama y McCain no han hablado de planes
para Latinoamérica y no lo harán por ahora"

Lo cual no indica que no se seguirán apoyando diversos Tratados de Libre Comercio (TLC).

Por su parte Chávez tampoco tendría muchas razones para adversar a Clinton u Obama, puesto que no forman parte al ciento por ciento del establishment estadounidense por diversas causas, sobre todo si gana Obama, quien es negro (descendiente de keniano), fue pobre y con raíces musulmanas.

En caso que gane John McCain, para Chávez le sería más fácil plantear contra argumentos, pero Romero recordó que McCain dista mucho de ser igual al actual presidente de EE.UU., George Bush, ya que es más moderado y presto al diálogo, incluso colocándose en contra el ala ortodoxa republicana.

La juventud ha aprendido con Chávez

Finalmente, la politóloga destacó que durante este período que ha debido atravesar la juventud venezolana, durante el actual gobierno, ha observado algunos cambios. Esto lo señala gracias a su desempeño como profesora principalmente y, por ende, el constante contacto con jóvenes. "Me motivó la irrupción del movimiento de juventud, no sólo los estudiantes, porque ahora son menos superfluos y se interesan en los eventos que ocurren en la sociedad", comentó la entrevistada. Para Romero este cambio es algo que se ha producido debido al incremento de la politización entre la sociedad venezolana, y señala que los jóvenes abrirán nuevos senderos en la política venezolana. Basada en esto, Romero ve con optimismo el futuro de Venezuela.

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